Iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Francia

La Iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Francia se originó en 1684 a partir de una ermita antigua y cuenta con una torre añadida en 1898. En su interior se encuentra la imagen de Nuestra Señora de la Peña de Francia, así como también la del Señor del Gran Poder de Dios del siglo XVIII, y pinturas de los artistas Luis de la Cruz y Ríos y Manuel de la Cruz.

La fachada de la iglesia cuenta con una torre de tres cuerpos sucesivos que desentona con el resto de la construcción. En el interior, destacan cuatro lienzos de Luis de la Cruz y Ríos que decoran el retablo de la capilla del Evangelio, así como otros cinco lienzos atribuidos a su padre, Manuel de la Cruz, que decoran el púlpito. También se pueden encontrar obras escultóricas importantes, como el Señor del Gran Poder del siglo XVIII, la Virgen del Rosario del siglo XVII, un San Juan Evangelista del siglo XVII, la Virgen del Carmen de Puerto de la Cruz y otras imágenes religiosas.

La orfebrería es otro elemento destacado en la iglesia, con una excelente custodia de plata sobredorada hecha en Cuba en el siglo XVIII por el platero Escobar, así como andas de plata repujada estilo barroco que fueron regaladas para el Corpus en el siglo XVIII y una cruz grande forrada de plata repujada. También se pueden encontrar otras andas de plata repujada para la parroquia adquiridas en el siglo XVIII.

A lo largo de su historia, la iglesia ha sido objeto de diversas reformas y restauraciones, como la realizada a fines del siglo XIX por el arquitecto Manuel de Cámara, en la que se suprimieron los balcones canarios situados en lo alto de la fachada y la espadaña ubicada en el arranque de las naves. Dando lugar a una enorme ventana en punta.

En resumen, la Iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Francia es un templo religioso con una rica historia y una destacada colección de obras de arte y orfebrería. Su arquitectura y decoración son una muestra de la riqueza cultural y religiosa de la región canaria.