Basílica Nuestra Señora de la Candelaria
Imagen: Diego Delso, CC BY-SA 3.0
La Basílica Nuestra Señora de la Candelaria es un importante lugar de peregrinación y culto religioso en Tenerife. Su origen se remonta al siglo XIV, cuando una talla gótica de la Virgen de Candelaria apareció en las costas del valle de Güímar y fue venerada por los guanches con el nombre de Chaxiraxi. A partir de entonces, la devoción por la Virgen de Candelaria se extendió por toda la isla y se convirtió en un símbolo de la identidad canaria.
La actual basílica, construida en 1959, es un ejemplo del estilo regionalista canario y cuenta con una impresionante torre central de 45 metros de altura, que luce un balcón canario y es visible desde gran parte de la isla. En su interior, la capilla mayor alberga la imagen de la Virgen de Candelaria, patrona del archipiélago canario desde el siglo XVI. También se pueden encontrar obras de arte de destacados artistas canarios, como los murales de José Aguiar y las obras del pintor Martín González.
Además de su valor religioso y cultural, la Basílica Nuestra Señora de la Candelaria es un importante atractivo turístico de la isla. Cada año, miles de visitantes acuden a este templo para admirar su arquitectura y conocer más sobre la historia y la cultura canaria. La festividad de la Virgen de Candelaria, que se celebra el 2 de febrero, es una de las más importantes de la isla y atrae a multitudes de peregrinos y turistas.
Junto a la basílica, se encuentra la Fuente de los Peregrinos, un lugar de descanso y rezo para los visitantes que acuden a la Candelaria en peregrinación. Al lado de la plaza de la Patrona de Canarias, se levantan los nueve menceyes guanches, unas impresionantes esculturas en bronce del artista José Abad que representan a los antiguos gobernantes de la isla.